El yin y yang de Daniel Wu
En su ciudad natal, San Francisco, la estrella de cine y luchador de artes marciales habla sobre sus raíces asiáticas y la búsqueda del equilibrio adecuado, en la vida y en el circuito.
Llegada al Great Star Theater en el Chinatown de San Francisco. Daniel Wu aparca el
Wu lo encontró, y sigue siendo su inspiración hasta el día de hoy: «El maestro Chiang era una persona fascinante que no solo dominaba el kung-fu, el tai-chi y el qigong, sino que también era versado en pintura china y en medicina tradicional. Por si fuera poco, era abogado. Con él no solo aprendí el arte de la lucha, sino también a encontrar mis raíces asiáticas como americano y a comprender conceptos arcaicos como el yin y el yang», explica Wu. Y entra en detalles sobre la filosofía asiática de la dualidad: «El yin y el yang representan las fuerzas originales de todo ser y en realidad son más antiguos que los primeros registros escritos chinos. Si se aceptan ambos caracteres opuestos, el femenino yin y el masculino yang, entonces surge una armonía equilibrada. Ese es uno de los centros de gravedad en mi vida», afirma Wu. Adquirió esta enseñanza muy pronto, mientras estudiaba las distintas disciplinas de lucha. Más tarde, él mismo dio clases de kung-fu como entrenador principal de la Universidad de Oregón. «En el arte del tai-chi todo gira en torno a este tipo de equilibrio. Según un proverbio, demasiado de algo bueno también puede ser malo. Por tanto, intento mantenerlo todo en un buen equilibrio», explica el actor de 47 años.
El Great Star Theater frente al que se encuentra hoy no solo es un importante recuerdo para el actor. Hace poco participó aquí en una mesa redonda sobre sus raíces en el Área de la Bahía, sus experiencias en la industria cinematográfica de Hong Kong y su película más reciente, Reminiscencia. En este éxito de taquilla, Wu comparte pantalla con Hugh Jackman en el papel del villano Saint Joe. Naturalmente, no pueden faltar las correspondientes escenas de lucha. Sin embargo, para Wu es importante que no todo se reduzca a las artes marciales. «En 1997 me fui a Hong Kong y allí entré en el mundo del cine. De las casi 70 películas que he hecho en 20 años, solo tres tratan de artes marciales. Pero en EE. UU. actué en Into the Badlands». La serie aborda el arte de la lucha hasta el exceso. «Es difícil salirse de este estereotipo. El kung-fu me da mucho, pero considero que es demasiado unidimensional reducir mi carrera como actor solo a eso».
Además de la actuación y las artes marciales, el automovilismo es otro pilar en el carácter tridimensional de Daniel Wu. Como titular de una licencia de competición de la IMSA y del Sports Car Club of America (SCCA), ya ha participado en diversas carreras. Una pasión que Wu comparte con la leyenda del cine Jackie Chan, al que considera su amigo y mentor: «Nos conocimos por casualidad en una fiesta en Hong Kong e inmediatamente intercambiamos nuestros números de teléfono. Una semana más tarde se convirtió en mi representante, y lo siguió siendo durante 11 años». Desde entonces, ambos han rodado juntos varias películas y se sienten muy cercanos. «Siempre me ha tratado como a un hijo», afirma Wu con entusiasmo sobre su ídolo. Añade que la increíble ética de trabajo y la pasión de Jackie Chan marcaron decisivamente su propia forma de ver la vida. «El amor, la atención y la generosidad de Jackie con los que le rodean son muy especiales. Intento vivir del mismo modo», añade Wu, «¡y además está tan loco por los coches como yo o más!».
El circuito favorito de Wu es el Laguna Seca Raceway, a solo dos horas en coche de Oakland, en la bahía de San Francisco, donde vive con su mujer y su hija. Las correspondientes máquinas, entre ellas dos
Su padre compró el
«El coche despierta de inmediato recuerdos bonitos en mi padre.»
Cuando Daniel Wu conduce el coche antiguo, siempre piensa en su padre, enfermo de Alzheimer. «Es una enfermedad terrible. Voy a visitarle siempre que puedo. Desgraciadamente, ya ha perdido buena parte de su memoria, pero... ¡todavía reconoce su
Para las autopistas amplias y los llamados «Track Days» en los circuitos, Wu recurre a su GT3 Touring, su yang. «Sin el yin, él no significaría lo mismo para mí». Por las calles de San Francisco, el GT3 es el centro de las miradas. «Aquí es mejor tener los deportivos exclusivos guardados en el garaje», lamenta Wu. «¡Cuando la gente me hace algún gesto entusiasmada, no es porque me reconozcan, sino más bien por el
En Los Ángeles, en cambio, cree que a la gente le gusta presumir de lo que tiene. Allí, Wu organizó hace poco un encuentro automovilístico muy especial junto con su colega actor Sung Kang, conocido por la serie de películas Fast & Furious y su socio en la marca de moda Student Driver. El motivo que dio pie al evento fue la creciente hostilidad hacia los asiáticos en EE. UU. «No esperábamos que fuera mucha gente, pero al final hubo más de mil personas», relata Wu entusiasmado. «Es buena cosa que podamos combinar una obra benéfica con nuestra pasión por los coches». Los beneficios se destinaron a las víctimas de la violencia.
Uno se pregunta de dónde saca Daniel Wu el tiempo para todo su polifacético compromiso. Para responder, hay que entender la energía espiritual: «Todo lo que me define tiene su origen en las artes marciales. Mi estímulo y mi ambición de superar cualquier reto tienen sus raíces en las enseñanzas del maestro Chiang. Aprovecho estas habilidades a nivel profesional, social... y en cada metro del circuito».
Texto Bastian Fuhrmann
Fotografía Larry Chen
Las artes marciales y cine
Wu adquirió fama mundial interpretando a Sunny en Into the Badlands. Ya en la década de 1970, las artes marciales orientales también conquistaron los cines occidentales. Las películas de Bruce Lee dieron paso a la popularidad internacional. Con sus temerarias escenas de acción y su humor tan particular, Jackie Chan hizo evolucionar el género.