Todo a cero
El mar es bravo y el cielo gris. La temperatura ronda los 25 grados centígrados, y eso que solo son las seis de la mañana. El sol saldrá en media hora, alcanzará rápidamente el cénit, brillará sobre el globo terráqueo con intensa radiación ultravioleta y se volverá a poner justo 12 horas después.
0 m sobre el nivel del mar, 0° de latitud, 0 km recorridos
El
Quito queda a unos 300 kilómetros de distancia y 2.850 metros de diferencia de altitud. Galardo llegó desde allí cuando ya había oscurecido y los mosquitos zumbaban alrededor de la piscina. El dueño del hotel le advirtió de que no aparcase debajo de las palmeras a causa del riesgo por caída de cocos. Ahora el
Acelera. Por la carretera que va hacia la pequeña ciudad de Pedernales, unos pocos kilómetros al norte del ecuador, el vehículo alcanza los 100 km/h. Y no pasa de ahí. En Ecuador no está permitido conducir más rápido, ni siquiera en las muchas autopistas de ocho carriles de reciente construcción. Aunque la red de carreteras del país es muy generosa, los radares de velocidad no lo son en absoluto. La tolerancia es cero. Superar ligeramente el límite de los 100 km/h puede costar mucho dinero. Así que Galardo aún no acaba de acelerar que ya pisa el freno. Todavía se encuentra en la fértil llanura costera, cuarta región geográfica del país junto al altiplano andino, la llanura amazónica y las islas Galápagos.
La carretera asciende con suavidad entre plantaciones y bosques de bambú. En algunos puntos se ven excavadoras cavando la tierra: El Dorado. Buscadores de oro anhelan encontrar aquí el tesoro que les vuelva ricos y poderosos. Pero de momento se desloman a cambio del salario mínimo interprofesional: 386 dólares al mes. En el año 2000, Ecuador abolió el sucre y, desde entonces, su moneda oficial es el dólar estadounidense. Eso facilita la exportación de petróleo, plátanos y flores cultivadas. Además, la biodiversidad podría llegar a constituir un modelo de negocio porque en Ecuador se da la mayor variedad de especies del mundo en un espacio muy reducido. En las Galápagos hay tortugas, lagartos leones marinos. En el litoral continental, de junio a septiembre se dan cita miles de rorcuales en celo. En la costa hay iguanas, papagayos y monos. En el altiplano andino, cóndores y vicuñas, las rapaces más grandes y los camélidos más pequeños del mundo. Y en la cuenca del Amazonas, al otro lado de las montañas, hay tapires, jaguares, monos, papagayos, pirañas y más especies de insectos que en toda Europa.
1.500 m sobre el nivel del mar, 0° de latitud, 200 km recorridos
Abajo queda la localidad de Mindo, delante del
2.850 m sobre el nivel del mar, 0° de latitud, 287 km recorridos
La capital más alta del mundo –con un millón y medio de habitantes y una presión tan baja que dificulta la respiración a la gente de la llanura– es la más bella ciudad de Ecuador. Temperaturas templadas, empinadas calles pavimentadas, arquitectura colonial, hoteles de lujo, cafés, vendedores de helados… Galardo se dirige con resolución a una gasolinera situada en el barrio de Cumbayá, donde se reúnen los amantes de
4.658 m sobre el nivel del mar, 0° 41´ 3˝ S de latitud, 370 km recorridos
El convoy de
1.900 m sobre el nivel del mar, 0° 44´ 9˝ S de latitud, 550 km recorridos
Cuesta abajo. La cuenca del Amazonas. La selva. El río Victoria cava un hondo surco en la roca. En la pendiente opuesta, las cascadas caen hacia las profundidades. La niebla se alza entre las cumbres. Los Andes van quedando atrás. La caravana de deportivos atraviesa ahora la salvaje región oriental del país hasta dar con un control especial de la policía que corta la carretera en Baeza. Se forma un atasco. Los conductores de
2.850 m sobre el nivel del mar, 0° de latitud, 650 km recorridos
De regreso en Quito. El convoy rueda por la nueva autopista urbana en dirección a «Mitad del Mundo», el monumento de San Antonio de Pichincha que señala el ecuador, al norte de la ciudad. Aparcan delante del futurista edificio que alberga la sede de UNASUR, la Unión de Naciones Suramericanas, que ha sido diseñada por Diego Guayasamin. El jefe de protocolo de UNASUR recibe al grupo. Su oficina queda encima del ecuador. Está totalmente acristalada y es un voladizo que se extiende sin soportes 50 metros sobre el hemisferio austral. Todo un ejercicio de estática en una zona tan sísmica como esta. En el horizonte, un volcán cubierto de nieve sobresale entre las cadenas montañosas que rodean la ciudad. Hace un día claro. Desde aquí, la costa cálida y brumosa donde hace tres días comenzó el viaje parece quedar en otro mundo. El jefe de protocolo despide a cada uno con un libro de la organización UNASUR: Where Dreams are Born. Trata de cómo los niños conquistan el mundo y pueden darle forma para configurar el futuro.
Texto Michael Kneissler
Fotografía Luca Zanetti, Dani Tapia (dron)