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Lo mejor es prepararse a la perfección. Es lo que piensa Emerson Fittipaldi cuando se dispone a recorrer el «infierno verde» en su
A sus 27 años, este brasileño ya llevaba tiempo siendo uno de los más grandes del mundo del Grand Prix de aquella época: en 1970, con 23 años, ya se había convertido en el ganador de Grand Prix más joven, y en 1972 hizo historia al convertirse en el campeón mundial más joven de Fórmula 1. Un récord que mantendría durante 33 años, hasta que Fernando Alonso se lo arrebatara en 2005. Original de São Paulo y apodado «Emmo», siguió aquella trayectoria que hoy se considera escuela clásica: karting, Fórmula V, Fórmula 3 y Fórmula 2 en Europa. Una trayectoria llena de éxitos acordes al excepcional talento de Fittipaldi. En medio de la temporada se le ofrece la oportunidad de entrar en el equipo Lotus F1 Team. Pero lo que a él le interesa es seguir practicando. No quiere dejar nada al azar.
Domingos Piedade es uno de sus mánagers. Este portugués desarrolla un ingenioso plan: «¿Por qué no sentar a Emmo al volante de un
El circuito no es nuevo para él. Ya participó aquí en carreras de Fórmula 1 en 1971, 1972 y 1973. «Pero quería conocer mejor el circuito», dice el piloto. «Si te crees que conoces el Nürburgring, estás muy equivocado. El Nordschleife hay que entrenarlo una y otra vez». El talento de Fittipaldi ya se adivina el 16 de junio de 1974 en el entrenamiento. A la primera lleva a la pole un coche al que todavía no estaba acostumbrado. El cronómetro se detiene en 7:34,30, una ventaja de casi 10 segundos respecto al segundo. Y aún podría haber sido superior: «No tenía la sensación de haber llegado al límite con el 917/10. Piloté la vuelta de una forma más bien conservadora».
El día de la carrera, el 17 de junio, llueve. En el calentamiento el
Texto Gregor Messer
16/06/1974
Copa Goodyear,
Nürburgring, Alemania
22,834 kilómetros de longitud