Hasta la fecha Le Mans es una fijación para Wolfgang Porsche. En las últimas victorias generales de 2015, 2016 y 2017 permaneció durante todo el tiempo en los boxes, conectado con la radiofonía mediante los auriculares. Una vez traspasada la línea de meta se lanzó a abrazar a sus pilotos y jefes de carreras, y en 2016 la victoria hizo brotar lágrimas de compasión por los vencidos: tras 23 horas y casi 58 minutos, el Toyota que iba en primera posición quedó averiado en la pista.
Ya a mediados de los años sesenta, con el automovilismo en el corazón, Wolfgang Porsche se decidió por la profesión de técnico comercial y por seguir adelante con los correspondientes estudios universitarios en Viena. La Universidad de Economía, situada en un barrio noble de la ciudad, tenía una brillante fama, también en lo concerniente al estudio de la vida en sí. Wolfgang Porsche cambió su primer 356 por un Escarabajo Volkswagen, mucho más discreto pero con un motor Porsche de 95 CV y un volante Nardi. «Con él podía competir tranquilamente con el Mercedes 220», recuerda sonriente. A su vez, su esencia austriaca fue tomando forma: grado académico, modales suaves y una cortesía discreta. Todo ello, sumado a su elegante alemán de Schönbrunner, le confería una imagen adecuada a su gran nombre.
En Zell am See Ferry Porsche decidió en 1972 que la familia se retirara de la gestión operativa. Los tiempos habían cambiado, y la fábrica y la producción estaban creciendo vertiginosamente. Wolfgang Porsche fue el único que no tuvo que dimitir ya que por ser el más joven todavía no trabajaba en la empresa propia. Con el tiempo considera que la decisión fue acertada: como dice el refrán, «muchas manos en un plato hacen muchos garabatos».
Ernst Fuhrmann fue el primer Presidente de la Junta Directiva que no era miembro de la familia, aunque sí un especialista en Porsche. El técnico había participado en las pruebas de motores de Porsche desde 1947 y a mediados de los cincuenta fabricó el famoso motor Fuhrmann, un grupo bóxer de cuatro cilindros con árbol de levas. En 1973 se fabricó el primer Porsche con 1.000 CV, la versión CanAm del 917, primero como 917/10 TC, después el 917/30 Spyder, que incluso superó los 1.000 CV. Más relevante, desde la perspectiva actual incluso todo un hito, es el 911 Carrera RS 2.7 de 1973. La marca Porsche mejoró su perfil.
Tras realizar unas prácticas en un banco, Wolfgang Porsche se hizo empresario. Durante 27 años llevó un negocio de importación de motocicletas Yamaha en Austria y Hungría. Para acumular más experiencia práctica en el sector del automóvil, de 1976 a 1981 trabajó para Daimler-Benz en Stuttgart. Mientras tanto, sus tres hermanos Ferdinand Alexander, Hans-Peter y Gerhard se habían labrado sus propias carreras profesionales. Por deseo de su padre, Wolfgang Porsche se incorporó al Consejo de Administración de la sociedad Dr. Ing. h.c. F. Porsche AG. Había llegado definitivamente a Porsche.
Año 1977. El Porsche 928, moderno, aerodinámico, con un motor V8 refrigerado por agua, fue elegido automóvil del año por los periodistas internacionales, pero no tenía lo que se necesitaba para suceder al 911: demasiado transeje, demasiado poco Porsche. También el 911 pasaba por malos momentos. Tras las crisis del petróleo de 1973 y 1979, un bóxer de seis cilindros refrigerado por aire parecía una gran idea, pero no tenía futuro. El Presidente de la Junta Directiva, Peter Werner Schutz, un alemán-norteamericano, consideró que todavía podía superarse el 911 y sacó al mercado el 911 SC como cabriolet. El nueveonce estaba salvado.