Sound check
Para que cada
Un solista de primera sale al escenario. El silencio en la sala es total. Como espectador, casi no me atrevo a respirar. El solista alza la voz. Desde el primer momento exhibe su virtuosismo con una coloratura y luego otra. A continuación, aumenta la tensión con una suave voz de bajo. Un par de compases después comienza el crescendo. A lo largo de él, la voz acelera apoyada por una orquesta con casi todos los registros: del bajo pasa al tenor y llega hasta el soprano. El final es arrebatador. Su fuerza indomable pone la piel de gallina al espectador. Entonces termina la grabación. Bernhard Pfäfflin sonríe y pregunta «¿A que es magnífico?».
La corta pista en la que se ha registrado el solo del 911 revela características esenciales que cada
En cada modelo, el tono se debe adaptar al carácter del coche. Un GT3 debe emitir puro rock, claro está. Y algo muy importante para Pfäfflin: «Un automóvil debe sonar a la potencia que lleva dentro». Así que nada de pop sintético, sino música auténtica tocada por instrumentos auténticos. De hecho, los cuerpos sonoros se mezclan de tal modo que, sea cual sea el estado de carga, el resultado sea una imagen sonora armónica.
Para lograrlo, a Pfäfflin no le basta con esperar a que los ingenieros automotrices y los desarrolladores de motores construyan los primeros prototipos: la búsqueda de un buen sonido empieza mucho antes. Cuando el motor y el vehículo aún están en la fase de creación digital, el especialista en acústica Bernd Müller calcula innumerables variantes de sistema de escape y silenciadores. Dicho más exactamente: calcula los efectos de distintas combinaciones sobre el sonido del coche, ya que Müller es responsable de la acústica del cambio de carga en
Müller, ingeniero acústico entregado en cuerpo y alma a su profesión desde hace dos décadas, podría haber dado aquí por zanjado su trabajo si no fuera por los desarrolladores de las tracciones de la empresa, que constantemente idean importantes innovaciones en el campo de los motores. La amplia introducción de diversos motores turbo, los primeros motores de cuatro cilindros producidos desde hace muchos años, vehículos híbridos enchufables y, próximamente, hasta un sedán deportivo que funcionará únicamente con batería eléctrica, son fascinantes desafíos para Müller y pasos muy importantes para la marca
El trombón del sistema de escape
Con los nuevos motores bóxer turbo de 3,0 litros de cilindrada, el nuevo 911
Además, los turbocompresores, que llegan a girar a 200.000 revoluciones por minuto, desarrollan incluso su propia gama de ruido: el famoso silbido del turbo. Éste no es negativo de por sí, pues señaliza al conductor que a continuación viene el impulso. Sin embargo, había que evitar que se produjera un continuo y molesto sonido al circular rápido por autopista. Son dos desafíos que el ingeniero acústico ha superado con maestría adoptando distintas medidas técnicas. Por ejemplo, en determinados puntos de trabajo, también la válvula wastegate, que regula la afluencia de gases de escape hacia el compresor, obedece a requisitos acústicos. Y aún hubo un tercer reto, consistente en satisfacer un deseo que cada vez más clientes planteaban a los ingenieros acústicos de
Asimetría y resonancia
Con la llegada de la primavera,
El tono fundamental de un motor depende, básicamente, de su número de cilindros. En uno de cuatro cilindros se producen dos explosiones por cada vuelta del cigüeñal. Así pues, lo que domina acústicamente es ante todo el llamado «segundo orden del motor». Por sí solo, un motor así sonaría algo tosco. Por eso, los ingenieros acústicos de Weissach, junto con los ingenieros de motores, han recurrido a un truco elegante: conscientemente han dado un diseño asimétrico al colector de escape por el que fluye el gas de escape hacia el turbocompresor. Eso genera sobretonos (los llamados «órdenes secundarios») que crean una imagen sonora agradable y mucho más redonda.
El sistema de escape del 718 permite seguir refinando el sonido. Para ello, detrás del catalizador, el caudal másico de gases de escape se distribuye de nuevo entre dos ramales de distinta longitud. El tubo más corto desemboca en un silenciador clásico que sobre todo amortigua el nivel total. El ramal más largo conduce primero hasta un resonador de Helmholtz. Este elemento toma su nombre de Hermann Ludwig Ferdinand von Helmholtz, investigador berlinés del siglo XIX. Como muchos de sus contemporáneos, Helmholtz era un erudito universal cuyo saber abarcaba desde las células nerviosas hasta los medios de conservación de la energía o los campos magnéticos. Uno de sus descubrimientos más importantes fue el resonador que lleva su nombre. Se trata de un recipiente lleno de aire que solo tiene una abertura. Si por esta abertura pasan oscilaciones de aire, es decir sonido, el aire que hay en el recipiente comienza a vibrar y también genera un tono. Dependiendo de las dimensiones geométricas escogidas, la frecuencia propia del resonador puede incorporar un determinado tono o borrar un tono existente. Se trata de un proceso minucioso de afinado para lograr el sonido preciso, el que penetra finalmente en el oído humano tras pasar por los dos tubos de escape.
Composición para el motor eléctrico
Con la producción en serie del
La primera pregunta que Pfäfflin y Müller se han planteado es: ¿qué se adapta bien al carácter del vehículo? Compongan lo que compongan, según la filosofía de
«Cada cliente tiene su propio punto de vista», afirma Pfäfflin. «Pero, ¿cómo juzgar una sinfonía que nunca se ha escuchado? Nuestros clientes siempre esperan que
Gran ópera
Los expertos en acústica de
Texto Johannes Winterhagen
Fotografía Markus Bolsinger