P 21
Todo depende de la perspectiva. El diseño se genera en la mente del espectador. Michael Mauer caracteriza con su estilo las formas de la marca
Es un lugar maravilloso. El cielo brilla azul intenso y el sol se refleja palpitante en el lago. Bordeado de abruptas paredes rocosas cual fiordos de más de mil metros de altura, el lago helvético confiere serenidad a este momento. Los amantes de los deportes de invierno conocen este lugar como estrecho puerto de montaña entre Zúrich y Davos, Arosa o Engadin. No obstante, la mayoría de viajeros desconoce que más allá de la autopista que serpentea junto al lago entre estrechas galerías y túneles se pueden encontrar lugares apacibles con pequeñas ensenadas e incluso playas de arena.
Los escarpados macizos montañosos podrían llegar a oprimir a personas de carácter sensible. No obstante, el entusiasmado deportista Michael Mauer, de 53 años, ha encontrado aquí el refugio necesario para descansar. «Algunos diseñadores se inspiran en el arte y otros viajan de ciudad en ciudad y los viernes por la tarde después del trabajo vuelan a Londres», explica mientras tomamos un café en su piso, situado en la última planta de una antigua fábrica con vistas al lago y las montañas. «Mi experiencia es que continuamente se nos bombardea con información y que por ello nuestras mentes necesitan cada vez más tiempo para asimilarla. Cuando los fines de semana salgo aquí a esquiar, a dar una vuelta en bicicleta, a hacer senderismo o simplemente me siento dos horas en la terraza sin pensar en nada sublime, mi subconsciente aprovecha este tiempo para clasificar toda la información recibida durante la semana, analizarla y encontrar soluciones».
A Michael Mauer le sobran complejas cuestiones formales para resolver. El Jefe de Diseño de
Para Mauer, que tras el bachillerato trabajó como monitor de esquí y de surf antes de estudiar Diseño del Automóvil en Pforzheim en los años ochenta, este es el trabajo ideal. Como joven diseñador proyectó para Mercedes Benz el primer SLK, un hito personal y la primera afirmación de su estilo purista y homogéneo. Tras algunas estaciones en Smart y Saab, en 2004 asumió la dirección del Departamento de Diseño de
A causa del motor delantero, el
Para Mauer, la identidad de la marca es mucho más que una instancia que hay que seguir según una lista de control. «En el desarrollo de nuevos modelos se modifican algunos elementos de la identidad del producto, con lo que se consigue una transformación, unas veces ligera, otras en cambio más radical, de la imagen de la marca en un sentido puramente visual. Un claro ejemplo es la capota delantera del
«Lo primero es siempre la proporción», dice Mauer. «Por cierto, que lo segundo y lo tercero también». Sonríe. Aunque no es la primera vez que hace esta consideración, sí es cierto que quiere decir exactamente lo que está diciendo. En primer lugar tiene que funcionar la proporción, y solo luego se comienza a trabajar en la identidad de la marca. En opinión de Mauer, los diseñadores son más que meros creadores de envoltorios. El diseño comienza antes, durante el proceso de empaquetado, cuando se determinan los volúmenes. «Por ello es importante poder influir en la toma de decisiones sobre este tema».
Mientras habla, Mauer está dibujando concentrado y tranquilo. En algún momento se detiene y contempla con mirada crítica un boceto, le da la vuelta al papel y lo sostiene con una mirada escrutadora bajo la cálida luz que entra por las ventanas del techo. «Es un clásico: contemplas un boceto, pero hay algo que no te gusta y no puedes decir concretamente qué. A menudo es útil cambiar el ángulo visual y contemplar el dibujo desde el otro lado». Estos cambios de perspectiva son característicos del trabajo de Mauer. También en el trato con su equipo, en total más de cien diseñadores, constructores de modelos y especialistas en CAD, se esfuerza en que su propia visión de las cosas solo sea una más de entre las posibilidades. «Sé que nuestros diseñadores necesitan una línea hasta cierto punto, por supuesto, pero no quiero dar más que impulsos orientativos. De otro modo se bloquea la creatividad. Mi opinión no representa más que un punto de vista». Naturalmente, al final Mauer deberá responder por cada decisión, pero hasta que esta decisión se tome el jefe de los diseñadores quiere incentivar la diversidad.
Unos pocos pasos nos separan del lago. En verano, la escuela de surf instala aquí unas mesas. Mauer viene entonces por las tardes, se toma un aperitivo y contempla el lago, un lugar casi conmovedor dentro de su normalidad nada pretenciosa.
Comenzamos a entender qué ha encontrado aquí este estilista que durante la semana tiene que participar en una maratón de reuniones. En un consorcio automovilístico global como el Volkswagen Group, ¿hay acaso lugar para un sello personal? Y si es así, ¿cuál es el que caracteriza el estilo Mauer? «Me gustaría que mis automóviles fueran como acantilados frente al oleaje», responde Mauer. «Que no sean necesarias innumerables líneas y detalles para que destaquen, que su diseño sea claro, sencillo, pero cargado de tensión. Y me gustaría que frente a ellos la gente dijera: ¡Qué obra de arte, qué diamante!». Efectivamente, las superficies de
«En el caso del
Muchas cosas que caracterizan a
El sol desaparece y con él las montañas que nos rodean. Solo los dos conos de los dos faros de un
Autor Jan Baedeker
Fotógrafo Tim Adler